El almacenamiento adecuado de etiquetas adhesivas es crucial para garantizar que mantengan su calidad y funcionalidad a lo largo del tiempo. Si bien pueden parecer productos sencillos, las etiquetas adhesivas están compuestas de materiales que pueden verse fácilmente afectados por factores como la humedad, la temperatura, y la luz. De no ser almacenadas correctamente, las etiquetas pueden perder adhesión, decolorarse o volverse difíciles de usar, lo que genera desperdicios y aumenta los costes operativos.
En esta guía, exploraremos los mejores métodos para almacenar etiquetas adhesivas, los factores que pueden afectarlas y cómo mantenerlas en condiciones óptimas para que puedan ser utilizadas siempre que se necesiten.
¿Por qué es importante almacenar bien las etiquetas adhesivas?
Las etiquetas adhesivas se utilizan en una variedad de aplicaciones, desde etiquetado de productos en la industria alimentaria y farmacéutica, hasta etiquetas para envíos o códigos de barras. Para garantizar que estas etiquetas cumplan su función, deben mantener sus propiedades adhesivas, resistencia y legibilidad. Un mal almacenamiento puede provocar:
- Pérdida de adherencia: las etiquetas pueden perder su capacidad de pegarse adecuadamente si se exponen a condiciones adversas.
- Degradación de la tinta: la exposición a la luz o a temperaturas extremas puede hacer que la tinta se desvanezca.
- Problemas de uso: las etiquetas que se han almacenado incorrectamente pueden volverse difíciles de despegar, o incluso pueden arrugarse, dificultando su aplicación.
Por lo tanto, una correcta gestión del almacenamiento no solo previene estos problemas, sino que también asegura que las etiquetas se mantengan funcionales por más tiempo.
Factores clave a considerar en el almacenaje de etiquetas adhesivas
Para almacenar las etiquetas de manera adecuada, es esencial entender los factores que pueden afectarlas negativamente:
Temperatura
La temperatura tiene un impacto significativo en las propiedades de las etiquetas adhesivas. Si se almacenan en un ambiente demasiado caliente o frío, pueden deteriorarse rápidamente. Las altas temperaturas pueden hacer que los adhesivos pierdan su efectividad, mientras que las temperaturas extremadamente bajas pueden hacer que las etiquetas se vuelvan quebradizas o que la tinta se deteriore.
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La mayoría de las etiquetas deben almacenarse entre 15 y 25 grados y se debe evitar exponer las etiquetas a temperaturas superiores a 30 grados o inferiores a 5.
Humedad y agua
La humedad es otro factor importante a tener en cuenta. El exceso de humedad puede afectar tanto al adhesivo como a la superficie de la etiqueta. Las etiquetas pueden deformarse, arrugarse o perder adherencia si están expuestas a condiciones de humedad alta. Por otro lado, una baja humedad también puede afectar negativamente los adhesivos, haciendo que se vuelvan más frágiles.
Mantén el ambiente entre un 40% y 60% de humedad relativa y evita exponer las etiquetas a condiciones extremadamente húmedas (como cerca de fuentes de agua o en áreas donde puedan mojarse) o a lugares excesivamente secos.
Luz
La exposición a la luz directa, especialmente la luz ultravioleta (UV), puede causar el desgaste de las etiquetas. Esto es particularmente importante si las etiquetas tienen tinta o tintas de colores, ya que la luz puede hacer que los colores se desvanezcan rápidamente, afectando la legibilidad y la apariencia del producto.
Las etiquetas deben guardarse en lugares oscuros o en cajas cerradas para protegerlas de la exposición directa a la luz.
Condiciones de almacenaje
El modo en que se almacenan las etiquetas también influye en su integridad. Las etiquetas deben mantenerse en su embalaje original o en contenedores diseñados específicamente para protegerlas del polvo, la humedad y otros elementos externos.
Además, es esencial evitar apilar las cajas de manera inapropiada, lo que puede generar presión innecesaria sobre las etiquetas y hacer que se deformen.
Mejores prácticas para almacenar etiquetas adhesivas
Para garantizar que las etiquetas se mantengan en condiciones óptimas hasta el momento de su uso, considera seguir estas mejores prácticas:
Almacenamiento en el embalaje original
Las etiquetas deben mantenerse en su embalaje original siempre que sea posible. Esto ayuda a protegerlas de la exposición al polvo, la humedad y otros factores ambientales. Si las etiquetas han sido retiradas de su embalaje original, guárdalas en una caja o contenedor adecuado.
Evitar la exposición a condiciones extremas
Las etiquetas deben almacenarse en lugares frescos y secos, lejos de fuentes de calor, humedad y luz directa. Si es posible, guarda las cajas de etiquetas en una zona controlada, como un almacén con climatización.
No apilar en exceso las cajas de etiquetas
Evita apilar las cajas de etiquetas de manera que se ejerza presión sobre ellas. La presión excesiva puede dañar las etiquetas, provocando arrugas o deformaciones en el material adhesivo. Asegúrate de apilar las cajas de forma que las etiquetas no se compriman.
Mantener las etiquetas en posición horizontal
Las etiquetas deben almacenarse en posición horizontal, ya que esto previene que el peso de la pila afecte la forma de las etiquetas o cause que se adhieran entre sí. Mantener las cajas a nivel también permite una mejor circulación del aire alrededor de las etiquetas.
Controlar la rotación del inventario
Si almacenas grandes cantidades de etiquetas, asegúrate de utilizar primero las que tengan más tiempo de almacenamiento. Esta práctica, conocida como FIFO (First In, First Out), ayuda a garantizar que las etiquetas más antiguas se usen primero, evitando que las etiquetas almacenadas durante mucho tiempo pierdan calidad.
En definitiva, el almacenamiento adecuado de las etiquetas adhesivas es fundamental para garantizar que mantengan su calidad, adhesión y funcionalidad a lo largo del tiempo. Siguiendo las mejores prácticas mencionadas en esta guía, puedes evitar muchos de los problemas comunes que surgen debido al mal almacenamiento, como la pérdida de adhesión o el desgaste de la tinta. Recuerda controlar factores clave como la temperatura, la humedad, la luz y la presión para asegurar que tus etiquetas se mantengan en condiciones óptimas para su uso.
Al adoptar estas recomendaciones, podrás maximizar la vida útil de las etiquetas adhesivas y garantizar que siempre estén listas para su aplicación cuando las necesites.